domingo, 21 de agosto de 2016

Brever??as: asuntos sin respuesta





Dios


La equivocaci??n esencial de los creyentes no es la confianza en la indemostrable existencia de un ser supremo, sino la de creer que Dios es la respuesta, cuando, de ser algo, es La Pregunta.


Fe y raz??n

No hay tanto divorcio entre fe y raz??n. La fe tiene sus razones, y la raz??n su fe. Pero ambas fes y ambas razones son de ??ndole distinta. Nuevamente nos encontramos en un combate entre fes y razones diferentes.



Invariantes

Si llen??ramos nuestros edificios con nuestros desperdicios y vivi??ramos acampados en entornos limpios en sus alrededores, incluso si Vitrubio o Paladio hubieran construido con tablas y no con piedra, si primero se hubiera inventado el submarino antes que el barco, si la mayor??a de las mujeres fueran m??s promiscuas que la mayor??a de los hombres, si los ni??os educaran a los adultos, ??stos buscando su aprobaci??n o rebel??ndose seg??n los casos; si en los armisticios se firmaran las guerras??? entonces el mundo ser??a tan absurdo como lo es ahora, porque seguir??a existiendo la gravitaci??n universal y el espacio-tiempo, el comportamiento cu??ntico de las part??culas subat??micas y el Segundo Principio de la Termodin??mica y ni el arte, ni el sexo, ni la educaci??n y la cultura ni la guerra por otros medios podr??an soslayar eso por mucho que cambiemos la an??cdota.



Hombres


??Altruistas o ego??stas? Ambas cosas, a veces simult??nea o sucesivamente en la misma persona, pero siempre presentes en diversos grados intermedios o extremos en cualquier poblaci??n de individuos. Porque ambas actitudes son aptitudes ??tiles para la supervivencia de la especie, la primera para ayudar dentro del grupo, la segunda para enfrentarse a la competencia de otros grupos. Hasta aqu?? la respuesta, pero la pregunta sin ella es otra.



Cortejo y machismo


Lo moralmente reprobable suele ser evolutivamente inadecuado tambi??n, desde el incesto y la endogamia hasta el asesinato o el robo. Por ejemplo, los varones compiten entre s?? por reproducirse con las hembras y las mujeres eligen las mejores opciones. Ese pacto evolutivo e innato es incumplido por los hombres maltratadores, acosadores y violadores que no tienen en cuenta que la decisi??n les corresponde a ellas.



Guerra de sexos



??Somos los hombres y las mujeres iguales? S??lo en derechos (deber??amos, a??n falta), pero no en muchas otras cosas, gracias a Dios, que puso a la mujer dependiente hasta en su origen del hombre, pero sobre todo a la biolog??a que nos hace tan distintos como complementarios, aunque hoy sabemos que las mujeres, con dos cromosomas X completos, son la parte esencial de la especie, en tanto que los hombres, con nuestro diminuto cromosoma Y, somos una suerte de hembras disminuidas, aunque con mayor desarrollo muscular y diferencias que se extienden incluso al funcionamiento de algunas partes del cerebro. El sexo en biolog??a no es ni siquiera la reproducci??n, mucho menos el enamoramiento, sino la mezcla de patrimonios gen??ticos distintos, una suerte de barajar las cartas de los genomas para aumentar la fuente de variabilidad sobre la que act??a la selecci??n natural. Que haya hombres y mujeres es una de las maravillas de la existencia, y que haya mujeres que eligen a otras mujeres como pareja y hombres que hacen lo propio con otros hombres es una expresi??n de esa misma variabilidad y de la ??ntima libertad que nos libera del imperativo biol??gico. Lo que deber??an entender hombres y mujeres, machistas y feministas extremas es que a nuestra naturaleza, como dijo Paracelso de la naturaleza en general, s??lo se la domina obedeci??ndola, que no es lo mismo que dejarse llevar por los prejuicios, sino todo lo contrario.



Nacionalismos


??Por qu?? no nos ponemos de acuerdo intercambiando opiniones sensatas de uno y otro lado? Porque esto no ???puede??? ser una cuesti??n meramente reflexiva y racional, aunque nunca est?? de m??s, de la que extraer conclusiones definitivas, como que la Tierra no est?? en el centro del Universo, sino orbitando en una estrella intermedia de una galaxia entre millones. Los seres humanos, en nuestra intr??nseca unidad, somos esos trillones de estrellas, pero los nacionalistas son el centro de sus universos. Cuando algo afecta a nuestra identidad, sea la honestidad de nuestras madres o la supuesta superioridad de nuestro azaroso lugar de nacimiento, no puedes quit??rselo de la cabeza a la gente a base de discursos reflexivos. La condescendiente sensatez de ???los de fuera???, especialmente si no son nacionalistas de otras naciones, no ir?? en detrimento de sus convicciones, sino que las fortalecer??n. Los nacionalismos ocultan intereses de unos pocos, evidenciarlos no basta, porque se manejan las emociones de una mayor??a.




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