lunes, 22 de agosto de 2016

Una monarca en un velero








Sucedi?? hace un mont??n de a??os, en otro siglo, navegando en un bergant??n aparejado de goleta con su hist??rica propietaria, una alemana afincada en Mallorca y emparejada de concubina con el patr??n, un bandido mallorqu??n. ??bamos desde Huelva a la Gomera, pero unos vientos maliciosos y la rotura del motor nos hab??an acercado a las costas atl??nticas de Mauritania y m??s al oeste s??lo quedaban las Antillas con un oc??ano enmedio. Llegar a ellas en un barquichuelo matriculado en Hamburgo y residente en Palma de madera tan bonito como poco vers??til no era nuestro prop??sito sino un desprop??sito. Tambi??n hab??a una hembra de Schnauzergigante bastante m??s sensata y en mi opini??n m??s guapa que su ama, un ATS que s??lo conoc??a el agua oxigenada, un segundo cobard??n, un pescador de bajura de J??vea y un loco, o sea, yo. Un tif??n casi nos desarbol??, pero para compensarlo al d??a siguiente tuvimos una encalmada que nos impidi?? movernos durante un d??a, as?? que un cachalote (Physeter macrocephalus) aflor?? junto a nosotros, nos mir?? pensativo con su enorme ojo y se volvi?? a sumergir, se enredo la corredera y no hab??a forma de saber donde est??bamos y una v??a de agua a proa anim?? a??n m??s la aventura. Lo m??s incre??ble es que al final llegamos a Canarias y adem??s sin matarnos unos a otros. Pero bueno, todo eso es otra historia que ahora no quiero contar.

Lo que s?? quiero contar es que cuando por fin sopl?? el viento, desenredamos la corredera (me tuve que sumergir y eso siempre me ha dado yu yu en el mar adentro aunque nado muy bien) y reparamos jarcias y aparejos, unamariposa monarca lleg?? revoloteando desde quien sabe d??nde y se pos?? en el baupr??s. Me qued?? hipnotizado y casi me atiza un golpe la botavara. Intent?? explicarles mi asombro y compartir mi maravilla. No hubo forma. Amadeo segu??a contemplando pensativo una carta extendida en la mesa de bit??cora que evidentemente no conten??a las costas africanas que se divisaban. Lobo, el patr??n, segu??a tir??ndose los trastos a la cabeza con la alemana; el ATS se hab??a convertido en su propio paciente y mostraba un bonito color verde aguamarina a la vez que vomitaba por la borda de babor (deber??a hacerlo a sotavento, pero ya est??bamos cansados de advert??rselo) y la perra meaba en los restos de la vela destrozada por el temporal. Nadie presto la m??nima atenci??n a mis gritos de alborozo, salvo la idiota alemana que dijo. ???vaya, una mariposa bien grande. Habr?? venido volando.???

La mariposa monarca, Danaus plexippus, es el m??s famoso de los lepid??pteros norteamericanos, un insecto que tiene el record migratorio de largas distancias. Lleva a cabo la migraci??n m??s extensa y en mayor n??mero y la generaci??n migratoria es mucho m??s longeva que otras. Sus alas presentan un patr??n de colores naranja y negro f??cilmente reconocible Suele realizar migraciones de 4.000 kil??metros desde Canad?? hasta los bosques oyameles de M??xico. Luego me enter?? que hay poblaciones en Canarias, Azores y Madeira, pero entonces no lo sab??a y pens?? que el maldito hurac??n que nos hab??a arrastrado a nosotros tambi??n lo hab??a hecho con ella desde Am??rica. Cient??ficamente eso fue una mala inferencia tanto por falta de datos como por mi ignorancia.


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