San G??naro se me aparece y me habla de urbanismo

Pr??logo: las apariciones

He consultado el problema a un cham??n, ?????l se llama psiquiatra??? y me ha dicho que nada de apariciones mal??ficas o ben??volas, que se trata de mi alter ego. Vamos que me ha llamado finamente esquizoide. Al salir de su choza-consulta he tirado su receta a la papelera m??s cercana (soy un buen ciudadano), no s??lo por mi desconfianza a cualquier brujo aunque est?? titulado por una universidad de Viena, sino porque quiz??s no deseo que me curen. El caso es que tengo d??as en que no me apetece leer los montones de cosas pendientes que supuesta o realmente me ayudar??an a entender??? esos d??as ni siquiera quiero pensar. Que estoy hasta los cojones, vaya, y a??n m??s arriba. Y siempre, siempre que paso esos trances se me aparece no s?? si un diablo o un ??ngel ?????l se llama a s?? mismo santo???. ???Soy San G??naro de Dudas???, me anunci?? la primera vez. ???Dir??s ???g??nero??? de dudas, las que me invaden???, le replico. ???No, no, G??naro???, recalca. ???Entonces Genaro, sin tilde???, le explico escrupuloso. ???Que no, joder, ya basta, escucha???. Y me suelta su discursito que en nada me ayuda, o s??, no s??. El de hoy versaba sobre un asunto al que me he dedicado lateral pero persistentemente durante mi vida laboral activa.

El discurso de San G??naro de Dudas: el urbanismo realmente existente

???Espa??a es una monarqu??a basada en la actividad inmobiliaria, eso es un hecho (los matices para este santo o diablo s??lo deben tener que ver con los colores de su piel, desde el carmes?? al fucsia refulgente). Eso es un hecho. Y otro es que el urbanismo b??sicamente consiste en comprar barato el territorio por hect??reas y mediante una firmita aqu??, un informete all??, terminar vendi??ndolo por metros cuadrados con el consabido beneficio para unos pocos ???enterados??? y que se jodan los dem??s y los m??s. (Toma f??tido aliento y prosigue). Los t??cnicos tan ilusos como bondadosos que pretenden paliar los inconvenientes y disminuir las ventajas de esos listos, fracasan: a la vista est?? como va quedando el mundo de feo y que ricos se hacen los pocos. Adem??s con t??cnicos urbanistas honrados o no, al final siempre aparece un alto cargo (que nunca se hab??a ido) para poner las cosas en su sitio, m??s inspirado en el Tirano Banderas de Valle que en ning??n urbanismo ut??pico. Y las cosas se quedan en su sitio, y quedan fe??simas. Porque, chaval (su trato hacia m?? no es precisamente deferente), las plusval??as urban??sticas, con una simple firma de nada, son el f??rreo lecho de Procusto en el que el territorio, supuesto patrimonio de sus habitantes, debe ???acostarse??? con o sin consentimiento. Llamemos a las cosas por su nombre (a??ade ufano). Por ejemplo, ???promotor inmobiliario??? es una larga, fea y vaporosa expresi??n; en cambio, ???filibustero??? es preciosa y precisa, nos retrotrae a las novelas de aventuras de la infancia y adem??s, si recordamos el origen de esta palabra holandesa tan evocadoramente hermosa, convendremos en su superior agudeza, porque significa ???hacer bot??n libremente???. Adelante pues las audaces empresas de ???los hermanos de la costa???, aunque est??n tan tierra adentro como las plusval??as lo requieran.???

Y desapareci??. Tengo que dejar de mirar por la ventanilla del coche o del tren  esas cochambrosas barriadas de las afueras y esas urbanizaciones suicidamente instaladas en medio de pinares dispuestos a arder al m??nimo pretexto de nuestros t??rridos veranos.